
El Huésped
Adriana borda arañas, se les acerca con respeto y silencio. Teje paciente capullos y hongos imitando la técnica en sus tejidos.
Existe una clase de hongo estudiado por ella con mayor atención: el Cordyceps. Un Huésped que, una vez alojado en el cuerpo del hospedador, en este caso una araña, provoca una transformación en sus tejidos y en sus órganos internos que le sirven al parásito para vivir. El hongo busca tomar el control absoluto del artrópodo y manipularlo hasta que sufra un cambio permanente de forma, asegurándose así, la distribución de las esporas propagadoras de la infección. Es decir, la vida del Huésped no implica la muerte per se de la araña, sino su Transfiguración –tal como el título de la pieza de animación de la artista.
Esta animación relata un acto cercano a la actividad del Cordyceps. Un cuerpo siendo presa, parasitado. Donde la forma humana se convierte en múltiples arácnidos cuyo único destino es la repetición de este ritual: parasitar. Es decir, utilizar a otro ser vivo y aprovecharse de él para llevar a cabo sus propios objetivos.
El hilo conductor propuesto por la artista es la reflexión en torno a este Huésped. Su acercamiento a las arañas y a los parásitos es un acto mimético que la introduce a este cosmos microscópico y, como el hongo, los invade, se aprovecha de ellos, irrumpe en sus cuerpos y los modifica. En esta transfiguración logra mostrar en sus tejidos reflejos de la verdadera naturaleza de nuestro comportamiento humano.
Ixchel Ledesma







